Es coordinador de proyectos educativos de la Federación Aragonesa de Solidaridad. Impulsa el curso de Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global de Unaqui.
Quique Cabezudo (Zaragoza, 1978) impulsa desde hace ocho años el curso de Educación para el Desarrollo (EpD) y la Ciudadanía Global de Unaqui. Esta iniciativa de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) quiere favorecer la introducción de la Educacion para el Desarrollo en los procesos educativos. La EpD se entiende como un proceso encaminado a generar una ciudadanía global, crítica y activa que esté comprometida en la construcción de una sociedad solidaria y justa.
–¿Qué es la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global?
–Entendemos la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global como un proceso educativo encaminado a generar una ciudadanía global, crítica y activa que esté comprometida en la construcción de una sociedad solidaria, justa y equitativa. Las organizaciones integrantes de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) nos sentimos corresponsables en esta tarea de educar para transformar y así contribuir a formar una ciudadanía que sea clave para el desarrollo.
–¿Cuáles son sus pilares?
–Hay cuatro aprendizajes básicos que son necesarios para hacer frente a los nuevos retos de la sociedad y que también son los principales retos que debería afrontar la educación: aprender a ser en una sociedad compleja (dimensión personal); aprender a convivir en una sociedad con conflictos (dimensión social); aprender a conocer en una sociedad planetaria (dimensión sistémica) y aprender a actuar en una sociedad en cambio (dimensión espacio-temporal).
–¿El sistema educativo actual ya está empapado de ella?¿Qué queda por hacer?
–El sistema educativo y el profesorado está siendo cada vez más consciente del papel tan importante que tiene la educación como herramienta de transformación social, y eso se está traduciendo en avances importantes a la hora de trabajar temáticas de Ciudadanía Global a través de metodologías más activas y transformadoras. Desde las oenegés notamos que cada vez hay más interés e implicación por parte de instituciones y agentes educativos, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están cada vez más presente en los centros educativos y en los planes curriculares. Esto nos motiva a seguir trabajando en esta línea aun siendo conscientes de que todavía hay un largo camino a recorrer para que la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global esté presente en el día a día de la educación aragonesa y de que son necesarios más recursos para conseguirlo.
–¿Qué papel juega la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global en el contexto que estamos viviendo actualmente por el coronavirus?
–La Educación para el Desarrollo nos pone la mirada en interconectar la dimensión personal y social, lo micro y lo macro, lo local con lo global. Por eso necesaria para seamos conscientes de la amplitud y de los desafíos del mundo actual y en concreto de la pandemia del coronavirus. Y contribuye a crear una ciudadanía activa y corresponsable que participa y se compromete en nuestro entorno de forma solidaria, como estamos viendo aquí estos últimos días, pero también en el mundo en el que vivimos.
–Se está viendo que la solidaridad y la cooperación de cada individuo son las dos herramientas clave para combatir la pandemia. ¿Necesitábamos algo así para darnos cuenta de que somos una ciudadanía global?
–La ciudadanía cada vez es más consciente de que vivimos en un mundo globalizado y una sociedad interconectada. Y además vivimos en una sociedad solidaria como nos muestran los datos del Eurobarómetro de septiembre de 2018, que indican que el 89% de las personas encuestadas pensaba que es importante ayudar a los países en desarrollo y el 76% pensaba que es una obligación moral de la UE luchar contra la pobreza de los países en desarrollo. También la ciudadanía se ha volcado las últimas décadas en la respuesta ante otras emergencias humanitarias provocadas por desastres naturales o por conflictos bélicos. Por tanto no era necesaria una crisis como la que estamos viviendo estos días para darnos cuenta de que somos una ciudadanía global y solidaria. Pero sí que nos ha hecho reflexionar más todavía sobre el mundo interrelacionado en el que vivimos y la importancia de ser solidarios y corresponsables.
–¿Cómo va a afectar la propagación de la enfermedad a los países del Sur?
–Diversas oenegés han advertido del impacto que puede tener la pandemia del covid-19 en los países mas empobrecidos y con alta desigualdad. Varias oenegés están preparando la respuesta al covid-19 en países de América Latina y África con sistemas sanitarios débiles. A través de diversas estrategias como el apoyo a los sistemas públicos de salud y al personal sanitario y la información sobre el virus y la prevención del contagio en las comunidades. La oenegé Acción contra el Hambre ya advertido de que una expansión en los países más pobres golpearía en primera instancia a los niños y niñas con desnutrición y sistemas inmunológicos debilitados, podría limitar la producción y distribución de alimentos y colapsaría en muy poco tiempo los sistemas de salud más débiles.
–Unaqui imparte desde hace 4 años el curso de Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global, ¿qué líneas trata? ¿qué objetivos tiene?
–Impartimos un curso dirigido a profesorado y educadores cuyo objetivo es proporcionar claves, herramientas y recursos para que las personas participantes trabajen en sus espacios educativos las temáticas y metodologías de la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global. Se trabajan varias líneas: Derechos Humanos, Género, Sostenibilidad medioambiental y Consumo responsable, Cultura de Paz, Interculturalidad, Ciudadanía y Participación. Y lo hacemos con un enfoque práctico y favoreciendo el intercambio de experiencias que ya están funcionando con éxito en centros educativos aragoneses.
–¿Qué pasaría si no detenemos el actual modelo social de insostenibilidad ambiental e de individualismo?
–Ahora mismo nos encontramos en carretera en la que vamos a toda velocidad hacia un precipicio y hay que frenar a tiempo para no caer. Estamos viendo los efectos que está sufriendo el planeta y la sociedad global como consecuencia del cambio climático y el aumento de la desigualdad entre países ricos y empobrecidos. Y esto solo lo podemos hacer de forma colectiva tanto en nuestro entorno más próximo como en el entorno global.
–Cómo se imagina usted el futuro de la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global?
–Me imagino trabajando conjuntamente con todos los actores involucrados en educación y generando sinergias. Porque unidas somos más fuertes y trabajando con el mismo horizonte podemos conseguir transformar la sociedad en la que vivimos.
Entrevista de Cecilia Viejo, Espacio3, El Periódico de Aragón.